Francia es el país que más turistas internacionales recibe. Hace muchísimo tiempo está en el escalón más alto del podio. Según señalan algunos especialistas en turismo internacional, los atentados recientes que son notorios y públicos no afectarían a Francia ni a París, a contramano de lo que hubo sucedido en varios destinos turísticos del mundo cuando fueron víctimas de atentados similares.
Harían falta estudios sociológicos, psicológicos y vaya a saber qué tantos más para saber por qué, si efectivamente esto sucede, París no se ve afectada por una baja en el turismo internacional. Esto excede absolutamente los límites de este modesto artículo sobre seguros de viaje, por lo que nos concentraremos en nuestro tema.Claramente, ningún turista está preparado para enfrentar un atentado terrorista ni ningún seguro de viaje puede ofrecer nada que lo asegure mejor ante estas situaciones: se trata de algo demasiado extremo. No obstante, y siendo absolutamente respetuosos con el lamentable suceso de París, es interesante señalar cómo el destino turístico más concurrido del mundo, cómo en una ciudad insignia de la historia europea, un lugar en el que nadie cree que corre riesgos, también puede suceder algo eventualmente peligroso para los turistas.
No se trata aquí de generar más miedo o de decir que París es insegura sino de demostrar, aunque sea con un ejemplo tan triste, que los problemas durante las vacaciones nunca son previsibles. Ahí radica la esencia del seguro de viaje: protegernos contra lo imprevisto, sea más o menos factible que suceda, de modo tal que podamos enfrentar nuestras vacaciones con la despreocupación necesaria para disfrutar del viaje y sabernos cubiertos frente a eventualidades indeseables. Saliendo de estos casos extremos, nadie cree que sea muy probable que se lastime el tobillo haciendo una caminata tranquila hacia un mirador y que esa lesión requiera rayos X, medicamentos y tratamientos traumatológicos para inmovilizar la zona. Nada indicaba que esto fuera a suceder, pero cuando sucede, afrontar los gastos médicos a cuenta personal es una verdadera pesadilla financiera.
El seguro de viaje cubre estos gastos y muchos otros, pero principalmente le permite al viajero vacacionar con tranquilidad: esperando que nada malo le suceda y sabiendo que, si llegara a sucederle, no tiene nada más de qué preocuparse. Ahí radica todo el sentido de contratar un seguro de viaje para nuestras vacaciones.