Hace algunos años que destinos como Uganda y Etiopía toman mucha importancia. Estos destinos llamados “exóticos”, manteniendo la retórica colonialista del siglo XIX, son elegidos por dos motivos que convergen y se yuxtaponen: son lugares fascinantes y muy baratos a comparación de los destinos turísticos más importantes del mundo. Yace en cada uno la decisión de si prefiere utilizar su dinero para conocer Etiopía o Francia. Dicho de este modo, lamentablemente, no se puede evitar parecer despectivo respecto al país africano, pero no es ésa la intención: el objetivo es marcar bien clara la diferencia. En una palabra, se trata de vacaciones completamente distintas, no sólo de destinos distintos.
Por ejemplo, la infraestructura hotelera, turística en general y hasta pública es bien diferente entre el centro del turismo europeo y un país africano que año a año trata de captar un poco más de turistas que el anterior. En relación al seguro de viaje, no obstante, surge cierta paradoja. Muchos pensarán que si viajan a Etiopía o a Uganda necesitan un seguro de viaje con una cobertura mucho mayor que si viajan a Francia o España. Este prejuicio en parte proviene de que el tipo de viaje ofrece más riesgo (lo cual es relativamente cierto) y que la falta de infraestructura de salud de los países africanos requieren de un seguro de viaje mucho más completo que para viajar al continente europeo, donde el sistema de salud pública (aunque muy golpeado por la crisis) es muy superior.
Esto no es así. El seguro de viaje necesario por ley para ingresar a territorio francés o español tiene una cobertura tan amplia y de bolsillos tan profundos que perfectamente sería útil para viajar a los destinos africanos y tener todos los gastos cubiertos. Para tener una buena cobertura como turistas no hay que ser prejuiciosos, hay que informase a través de las empresas aseguradoras, de las embajadas y de los relatos de otros turistas, tan fácilmente accesibles por internet.