Los beneficios de contratar un seguro de viaje son bastante conocidos: cobertura médica de calidad, asistencia legal, compensación económica por pérdida de equipaje o sobreventa de habitaciones de hotel, entre otras. También son conocidas (aunque más bien son sospechadas) las desventajas: entre ellas, la que más habitualmente se escucha es lo engorroso de la contratación del seguro. Esto es un mito: la contratación de un seguro de viaje es algo sumamente sencillo. Hoy en día, de hecho, gran parte de las pólizas provienen de consultas de usuarios de redes sociales.
A través de Facebook y twitter las personas consultan a un número de empresas en las que les interesaría contratar su cobertura y las compañías responden por el mismo medio. La transacción se completa por canales privados para proteger la información personal del cliente, pero todo se hace sin ningún tipo de trámite absurdo o pérdida innecesaria de tiempo.
Las redes sociales han ayudado a concientizar a los viajeros sobre la importancia de tener un seguro de viaje y, al mismo tiempo, les han ofrecido un canal absolutamente expeditivo y sumamente cómodo para hacer sus consultas.
Pero de todos los efectos resultantes de la presencia de compañías aseguradoras en las redes sociales, el más importante es la demostración de que el seguro de viaje y su contratación no tienen que tener nada de molesto para el cliente. Puede hacer sus consultas mientras mira fotos de sus amigos o lee de qué se está hablando en twitter, recibir las distintas respuestas y continuar la conversación públicamente o de forma privada. Todo esto se hace prácticamente sin consumir tiempo por parte del cliente: todo el papelerío burocrático-legal queda en manos de la compañía contratada y nosotros sólo aprovechamos los beneficios de la contratación. Así de simple.