La Federación Rusa siempre ha tenido destinos muy llamativos, como Moscú y San Petersburgo, pero pronostican que este año el aumento de turistas será extraordinario. Si el lector es uno de los tantos nuevos turistas que visitarán Rusia, es buena idea que se vaya preparado. Si bien el coloso euro-asiático es mucho más “familiar” para los occidentales que sitios como India, China o Japón, no deja de ser un país con muchas diferencias con el estereotipo occidental.
Ir a Rusia sin contar con un seguro médico, un seguro de asistencia legal y un servicio de asistencia al viajero no es una locura, pero se le acerca bastante. La cobertura médica es necesaria en todas partes del mundo, en algunos países más y en otros menos, pero nunca es buena idea dejarla de lado al momento de viajar. La asistencia legal es importante en un país como Rusia, tan distinto cultural, idiomática y legalmente a nuestro país de origen: si nos metemos en problemas con la ley probablemente no lo hagamos sin también haber entrado en problemas económicos que nos hagan muy difícil contratar un abogado y un traductor.
Por último, el servicio de asistencia al viajero es una especie de protector contra estos problemas: profesionales entrenados nos darán indicaciones de todo tipo cada vez que nos hallemos “perdidos” en nuestra visita a Rusia. Quizá este servicio no sea del todo necesario si viajamos sólo por Moscú y San Petersburgo siempre a bordo de un tour con guía propio, pero si nos salimos de ese circuito extremadamente tradicional, mal no nos vendría poder llamar gratuitamente a alguien que hable nuestro idioma, que esté ahí para ayudarnos y que conozca a fondo el lugar en que nos encontramos de vacaciones. Rusia es magnífica y una experiencia maravillosa: el seguro de viaje sólo se ocupa de asegurar que el turista pueda disfrutar al máximo de todo lo que este fabuloso destino tiene para ofrecerle.