Este tipo de seguro para gastos legales
suele ser desdeñado por los turistas. Existe la terrible confusión entre no
tener problemas con la ley en nuestro país y no tenerlos en el país de destino
de nuestras vacaciones. Veamos algunas recomendaciones.
1. Reforzando la introducción, tener problemas con la ley no es una elección: obviamente, si hacemos algo que sabemos que es ilegal, estamos eligiendo tener problemas legales, pero la enorme mayoría de los turistas no va a otros países a cometer delititos por diversión. La creencia de que sólo se tienen problemas legales cuando uno elige no cumplir la ley es una falacia.
Podemos tener problemas legales sin haberlo elegido:
alguien puede engañarnos para trasportar drogas en nuestro equipaje sin que lo
sepamos, podríamos infringir una ley por el simple hecho de que no estamos
acostumbrados a la legislación local y el sentido común no nos indica que
estemos haciendo nada malo, etc. Como se ve, no es una elección, es algo tan
fortuito como tener un problema médico y hay que tomar las mismas precauciones
que tomamos para contratar una cobertura médica.
2.
Dictaduras: por algún motivo
que se le escapa a este cronista, muchas dictaduras parecen no ahuyentar a los
turistas, sólo lo hacen aquellas que mediáticamente están muy demonizadas. Los
turistas que eligen viajar a un país que está bajo un régimen dictatorial no
sólo puede infringir la ley por lo dicho en el punto anterior, sino que puede
estar en problemas porque justamente en una dictadura el que alguien haga algo
prohibido es juzgado bajo un criterio totalmente arbitrario.
3.
Es importante que la cobertura
no sólo cubra los gastos de asistencia legal, sino también que tenga una
cartera de abogados prestos a atender a los clientes de la empresa. Cuando
estamos en problemas legales no podemos empezar a buscar un abogado.
4.
Otro punto interesante es que
la cobertura incluya a un traductor. Éste puede o no ser necesario para
comunicarse con nuestro abogado, pero puede ser fundamental si llegamos a ir a
juicio.
5. Es muy buena idea consultar con
la compañía de seguros, leer comentarios de viajeros en internet y hacer una
consulta en la embajada del país de destino acerca de cuáles son las
diferencias más marcadas entre nuestro sistema legal y el del país de destino
así como las mayores diferencias entre lo que se considera legal e ilegal. No
hace falta conocer la ley en detalle, sólo aquellos puntos que son bien
diferentes y que podrían traernos problemas sólo por suponer que algo es legal
sólo porque lo es en nuestro país.