Si bien hay varias personas que dicen jamás haber tenido un problema al viajar, diariamente existen imprevistos que alteran el itinerario de miles de viajeros, impidiéndoles llegar a su lugar de destino o obligándolos a pausar su viaje para atender la emergencia o problema que haya surgido aparentemente de la nada. La realidad es que por más que se planifique cada detalle de un viaje, ciertos factores externos pueden causar imprevistos.
De hecho, muchas personas retiradas quisieran aprovechar el hecho de que tienen tiempo para conocer el mundo y hacer todo lo que no pudieron hacer durante sus años de trabajo, pero suelen evitar los viajes por el simple temor a una emergencia médica y los costos que ésta podría representar. Muchas padres de familias con niños pequeños también evitan salir en viajes o excursiones demasiado lejos de casa por el mismo temor a lo que podría pasar durante ese período fuera de casa. Generalmente, a los solteros se les facilita muchísimo más viajar porque no tienen que estar pendientes de nadie más que ellos, pero algunos creen que si les llegara a suceder algo, no tendrían a nadie con quien contar para ayudarlos a resolver sus emergencias o problemas.
El temor a viajar en estas personas existe porque ellos ignoran la existencia de seguros de salud que podrían cubrir sus imprevistos en el viaje. Aunque todos los seguros tienen restricciones, y –en el caso de las personas mayores, dependiendo de su edad habrían más restricciones que para viajeros más jovenes– no es imposible encontrar un seguro de salud que se adapte a las necesidades de cada viajero. Por ejemplo, los viajeros mayores se pueden beneficiar de un plan que cubra sus problemas médicos preexistentes y las familias con niños pequeños podrían elegir un plan que tenga cobertura de emergencias ilimitada, para mayor tranquilidad de los padres.
En el caso de la persona que viaja sola, podrá elegir un seguro en base a las actividades que realizará, por ejemplo, si viaja para hacer deportes, deberá buscar un seguro de salud que cubra las prácticas de turimo activo o extremo y si viaja con artículos de valor (computadoras, cámaras profesionales, etc.) uno en el que pueda asegurar esos objetos valiosos. Muchas veces, se tiene la falsa creencia que la persona tiene que moldearse al seguro, cuando las aseguradoras estan creando constantemente opciones que se adapten a las exigencias o necesidades de cada cliente.