Nadie emprende
un viaje teniendo en mente enfrentar imprevistos, lamentablemente estos
existen. No está en nuestras manos el prevenirlos o evitarlos, sin embargo
podemos obtener cierta ventaja a nuestro favor contratando un seguro de viaje
apropiado que pueda cubrir ciertas eventualidades de las cuales ningún viajero
está exento, y es que si lo analizamos detenidamente, no solo se trata de un
asunto de tranquilidad personal y familiar sino también de un asunto de
costo-beneficio que la larga puede resultarnos auspicioso.
Antes de
contratar un seguro de viaje es importante asegurarnos al detalle sobre qué
tipo de cobertura ofrece, la mayoría de seguros de viaje incluyen coberturas
para invalidez permanente total o parcial, muerte accidental, repatriación de
restos mortales, cobertura de gastos médicos por accidente o enfermedad, medicamentos,
procedimientos odontológicos y otros.
También es
importante la cobertura de incidentes diversos durante el viaje como por
ejemplo la pérdida de documentos como el pasaporte, pérdida de valija,
cancelación de vuelo, pérdida de dinero y objetos de valor y robos.
Hay que tener en
cuenta que por lo general el seguro de viaje hace diferencias por rangos de
edad, siendo frecuente que las personas de edad avanzada por su condición de
salud natural, deban invertir un monto adicional en su prima, también es muy
importante elegir un seguro de viaje con una vigencia de tiempo adecuada a
nuestras necesidades, si somos viajeros frecuentes probablemente nos convenga
elegir un seguro de viaje que cubre un periodo de un año o más.
Un buen seguro de viaje cubrirá todas las eventualidades más frecuentes e incluso aquellas poco habituales o probables, de tal forma que el viajero no tenga que emplear parte de su valioso tiempo en gestiones y trámites, lo cual puede ser bastante incómodo en un país que no es el propio y más aún cuando se da el caso de que no se habla o domina a la perfección el idioma de dicho país.