Meses y meses planificando este viaje, la
emoción no puede ser mayor. Sólo faltan días para que salga el avión con
destino a Barajas o quizá al Charles De Gaulle. Durante semanas y semanas
recorrimos los destinos con el Street View, encontramos lugares fantásticos en
Foursquare e Instagram, recibimos recomendaciones de nuestros amigos de
Facebook y seguidores de Twitter, vimos mil fotos de las atracciones a las que
queremos ir, compramos los pasajes aéreos por internet usando un buscador de
vuelos para abaratar costos, conseguimos moneda extranjera… Ya estamos más que
listos.
Pero… falta un pequeño detalle: todavía no
contratamos un seguro de viajes. ¿Seguro de viaje? ¿Para qué quiero un seguro?
¡Me voy a Europa! Bueno, no vamos a ponernos en el rol de padre que aconseja
ser previsor, que las vacaciones serán mucho mejores si estamos asegurados:
vamos a ser rigurosamente objetivos.
¿El lector va a visitar alguno de los
países de la siguiente lista?
- Alemania
- Austria
- Bélgica
- Dinamarca
- Eslovaquia
- Eslovenia
- España
- Estonia
- Finlandia
- Francia
- Grecia
- Hungría
- Islandia
- Italia
- Letonia
- Lituania
- Luxemburgo
- Malta
- Noruega
- Países Bajos
- Polonia
- Portugal
- República Checa
- Suecia
- Suiza (con particularidades)
- Irlanda (con
particularidades)
- Reino Unido (con particularidades)
Si es así, necesitará un seguro de viaje particular. No hay que confundir el llamado “seguro Schengen” con el visado Schengen. Muchos países se encuentran excluidos del requisito de solicitar una visa para estos países, pero es necesario que los turistas de estos países tengan la cobertura que brinda lo que comercialmente se conoce como “seguro Schengen”. Esta cobertura tiene un póliza que cubre accidentes, atención médica, asistencia legal, repatriación de emergencia y, entre otros requisitos, debe hacer frente a los gasto de manera directa (no contrareembolso a sus clientes) y contar con oficinas en territorio europeo).
No se asuste el lector. Si no ha contratado
seguro de viaje o si el que contrató no cumple con los requisitos de la Comunidad
Schengen, puede contratar uno a través de internet muy rápidamente. La intención
de este artículo no es desinflar su emoción ni, mucho menos, frustrarlo: lo que
queremos es que todas sus ganas no se vean diluidas en la primera oficina
europea de Migraciones. No se olvide de este último punto ni del entusiasmo que
tenía antes de comenzar a leer este pequeño pero necesario recordatorio.