El famoso seguro Schengen es aquel que demandan los países de la llamada Comunidad Schengen para que los turistas ajenos a ella puedan ingresar por sus fronteras. Los países que integran la Comunidad Schengen, y para ingresar los cuales esta cobertura se hace obligatoria, son: Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Hungría, Islandia, Italia, Letonia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Malta, Noruega, , Polonia, Portugal, República Checa, Suecia y Suiza (este último a punto de salirse de ella).
El “seguro Schengen”, en rigor, no existe. La Comunidad Schengen no demanda un seguro Schengen, sino que lo que exige es que el seguro de viaje de los turistas cumpla con una serie de requisitos y coberturas mínimas. Cualquier seguro de viaje que alcance o supere dichos requisitos será bienvenido para ingresar a los países de la comunidad. Sin embargo, como se trata de una serie de requisitos técnicos con los que el cliente-turista no quiere lidiar, las compañías aseguradoras utilizan el nombre comercial de “seguro Schengen” para indicar que ofrecen una cobertura válida para el ingreso a los países que le interesa visitar al viajero.
Para los que están averiguando sobre este tema es importante distinguir entre seguro Schengen y visado Schengen. Muchos países latinoamericanos están exentos del visado Schengen, motivo por el cual sus ciudadanos no tienen que tramitar una visa especial para visitar estos países. Pero esto no quiere decir que no siga siendo obligatorio contar con la cobertura mínima obligatoria: este seguro es requerido de forma sistemática a cualquier turista que no sea ciudadano de algún país que integra la comunidad (y, en algunos casos, no basta con ser ciudadano -muchos latinoamericanos tenemos pasaporte europeo- sino que, en ocasiones, es condición ser residente del país europeo en cuestión). No tiene mucho sentido involucrarse demasiado en cuáles son los requerimientos formales y constatar que la empresa elegida los cumpla. Mucho más fácil y productivo es buscar una compañía aseguradora en la que confiemos dada su trayectoria y la opinión de sus clientes.