Hablemos primero que nada de lo más importante: ¿por qué contratar un seguro de viaje? Además de la tranquilidad que da saber que ante cualquier eventualidad hay una cobertura que te respalda, hay que tener en cuenta que si te sucede algo durante tu viaje y no estás cubierto, los gastos pueden llegar a ser astronómicos.
1. Es fundamental evaluar la contratación en función de la cantidad de personas que nos acompañan. Por ejemplo, si viajás con niños o con personas mayores la asistencia al viajero cobra una importancia fundamental, por lo que te recomendamos que en estos casos el plan tenga un límite alto de cobertura. Y esto no te va a encarecer el costo total, porque en general los planes para grupos familiares son mucho más económicos que lo que resultaría de la suma de la cobertura de cada seguro por persona.
2. El destino elegido es otro punto importante. Una atención médica, o bien una intervención quirúrgica, en un país como Estados Unidos, puede resultar de varias decenas de miles dólares, mientras que en un país de Latinoamérica, este costo es bastante menor. De manera que se debe considerar el destino antes de determinar los límites de la cobertura del seguro.
3. La duración y la finalidad del viaje. Por ejemplo, si pensás realizar actividades deportivas como esquí, rafting, paracaidismo, bungee-jumping, donde estás expuesto a riesgos de accidentes, asegurate de obtener este tipo de específico de cobertura, dado que muchas pólizas excluyen la atención de los daños producidos por la práctica de deportes de riesgo.
4. El seguro por robo o pérdida del equipaje es otro punto a considerar. Es importante que estos lamentables, aunque frecuentes eventos, queden contemplados en las garantías de la póliza contratada.
5. Es importante que la empresa contratada tenga un número de atención al cliente las 24 horas todos los días del año, con números locales o bien que se permita que la llamada se realice por cobro revertido.
6. En el caso de ser un viajante asiduo, te recomendamos que contrates una póliza anual, te va a ahorrar mucho tiempo de papeleo administrativo que tendrías que emplear para la contratación de un seguro por cada viaje que realices.
7. Si tenés el viaje previsto con bastante tiempo de antelación, también es aconsejable la contratación de un seguro de cancelación. Esto nos permitirá recuperar el 100 por ciento de lo invertido ante la aparición de una eventualidad que, eso sí, debe estar debidamente justificada. En el caso de no tener el seguro, el mejor escenario es realizar el aviso de cancelación 48 horas antes del viaje, pero terminaremos perdiendo de todos modos por lo menos el 25 por ciento de lo que pagamos por adelantado.
8. Responsabilidad civil: es de gran utilidad para prever posibles daños personales a terceros durante tu viaje.
9. Leer atentamente las condiciones de la póliza: se trata de la famosa “letra chica”. Examiná atentamente si la cobertura queda excluida de determinadas situaciones que puedan ocurrir durante tu viaje.
10. Cobertura por overbooking: es cada vez más frecuente la sobreventa de pasajes, por lo que es importante que tu cobertura contemple este punto para evitarte sorpresas desaagradables.
11. Demoras en el hotel por problemas en los transportes: es importante también quedar cubiertos en esta situación. Entonces te sugerimos incorporar en tu póliza por lo menos cinco noches adicionales de hotel ante situaciones de demoras en los transportes.
Es importante aclarar que el seguro de viaje lo podés adaptar a tu gusto y piacere tomando en cuenta todas las circunstancias que te enumeramos anteriormente. Y después sólo te queda relajarte mientras la empresa contratada se ocupa de cualquier eventualidad que pueda surgir durante el viaje.