La sobreventa es algo con lo que los turistas tienen que convivir por mucho que siempre se diga que es una práctica comercial indeseable. Un seguro que nos proteja de esta epidemia es de gran ayuda para mejorar la calidad de nuestro viaje.
1. El seguro por sobreventa no suele estar incluido en ninguna póliza básica. Por lo tanto, es importante que nosotros mismos lo solicitemos especialmente, en caso de que no nos lo ofrezcan. Nunca dar por sentado que la cobertura básica cubre algo que nos interesa: siempre debemos consultar.
2. El seguro por sobreventa suele aplicarse a vuelos y hoteles, pero bien puede expandirse a cualquier medio de trasporte, tipo de alojamiento, excursiones, etc. Hay que consultar en detalle este punto porque, según el destino que hayamos elegido, la empresa aseguradora podrá cubrir mayor o menor cantidad de situaciones.
3. Capacidad de reubicación: si bien es importante recibir el dinero necesario para subsanar la pérdida de la vacante, lo ideal es que la cobertura también incluya un servicio de reubicación que sea rápido, efectivo y con orientación a la satisfacción del viajero. Sólo recibir dinero en nuestra tarjeta de crédito cuando estamos en un pequeño pueblo desconocido donde hablan un idioma que nos es completamente incomprensible no nos resuelve el problema.
4. Este seguro tiene una función reparadora monetariamente y relocalizadora logísticamente. La combinación de ambas da como resultado evitar que nos hagamos mala sangre y arruinemos nuestras vacaciones. Si tenemos esta cobertura, no demos rienda suelta a nuestra indignación peleándonos con la compañía aérea o la recepción del hotel. Es una situación molesta e indignante, pero estamos preparados para ella: no contaminemos nuestras vacaciones. Ésa también es una función fundamental de este seguro.
5. Siempre llevar con nosotros los datos de contacto de la empresa aseguradora. Esto vale para cualquier aspecto del seguro de viaje, pero estar en la puerta del hotel en una noche fría abriendo todo nuestro equipaje en medio de la calle buscando una pequeña tarjeta para que nos reubiquen es una situación que hay que evitar, máxime cuando es tan fácil hacerlo dejando una tarjeta en nuestra billetera o con nuestro pasaporte.