Poco a poco, los turistas se van acostumbrando a contratar seguros de viaje. Aún falta camino por recorrer para que la enorme mayoría de los viajeros tome sus vacaciones con la cobertura que corresponde, pero ya se han hecho avances significativos. Lo que estamos notando es que entre los que se están acostumbrando a contratar seguros de viaje hay muchos que sólo lo hacen para cumplir con un nuevo estándar de seguridad, de modo automatizado, como cuando nos colocamos el cinturón de seguridad. Es útil conocer qué hay dentro de la póliza que contratamos para poder hacer uso inteligente de ella.
Si no conocemos qué es lo que estamos contratando, difícilmente podamos aprovecharlo como corresponde. Así que decidimos escribir un artículo que hable de forma muy general de lo que suele haber dentro de una póliza de un seguro de viaje estándar. Cobertura médica: ésta es la que todos conocen. Sin embargo, pocos saben qué monto de gastos están cubiertos, si cubre o no enfermedades preexistentes, etc. Asistencia legal: mucho menos conocida que la anterior, consiste en cubrir los gastos de representación legal, ofrecernos rápidamente un abogado y, eventualmente, un traductor. Si no sabemos que tenemos esta cobertura, podemos terminar con un defensor oficial cuando tenemos otras opciones.
Sobreventa de hoteles y pasajes aéreos: es
la compensación económica que nos da el seguro y no la que nos da la aerolínea
o el hotel. Estas dos compensaciones no se excluyen. Además, la cobertura del
seguro es mucho más importante en términos de dinero y más útil en relación con
los esfuerzos reales por reubicarnos rápida y cómodamente.
Pérdida, extravío o robo del equipaje: no
está en todas las pólizas, pero no es un servicio Premium. Considerando que la
tasa de pérdida de equipaje por parte de las líneas aéreas sigue siendo
alarmantemente alta, es siempre una buena idea tener esta cobertura en nuestro
seguro.
Repatriación: sanitaria, de restos o legal,
es la cobertura por el carísimo servicio de repatriación de una persona que ha
tenido un problema legal o médico grave. En caso de deceso, la familia puede
recurrir a la compañía de seguros para que se haga cargo de la repatriación de
restos, la cual es sumamente engorrosa y costosa.