El seguro de viaje es una cobertura médica y legal que una empresa brinda a un viajero para cubrir sus eventuales gastos por un fragmento de tiempo limitando y en un área geográfica definida.
Es decir, se trata de una cobertura circunstancial, algo que uno contrata para estar cubierto durante las vacaciones y nada más: sólo paga por un tiempo de cobertura y sólo utiliza esta cobertura durante su viaje.
Hay muchas variedades de coberturas: puede contratar compañías que cubran los gastos de forma inmediata o que los cubran con un reembolso a su regreso, puede contratar una cobertura médica y legal exclusivamente o un servicio de asistencia al viajero mucho más amplio, en fin, hay muchas ofertas diferentes.
Hay que tener en cuenta que durante su viaje usted no cuenta con la cobertura de salud que tiene en su hogar gracias al sistema de salud al que pertenezca: usted se encuentra “descubierto”. Es por ello que muchos países exigen que los turistas que ingresan por sus fronteras tengan un seguro de viaje que cubra gastos médicos y legales por un monto de dinero elevado. De esta manera, se cubren que las ganancias que reporta el turismo se vean licuadas por los costos extra que deberán afrontar el sistema de salud pública y el sistema de justicia. En el caso de Europa, los países que exigen este tipo de seguro se agrupan en la llamada “comunidad Schengen”.
El seguro de viaje es, hoy en día, indispensable para viajar. No sólo por la obligatoriedad que imponen muchos países, sino porque aún los países que no lo exigen no tratarán al viajero del mismo modo al momento de asistirlo legal o médicamente si tiene un seguro que si no lo tiene.