A pesar de las habituales quejas sobre la posibilidad de acceder a papel moneda extranjero de forma ilimitada, en 2015 muchísimos argentinos viajarán a Europa. Esto sucederá especialmente en los meses de diciembre, enero, febrero y marzo, meses de temporada alta y media en nuestro país y temporada media y baja en Europa. Para todos aquellos que ya hace tiempo están planificando este viaje o para aquellos, menos previsores, que recién ahora comienzan a preparar sus vacaciones europeas, es bueno hacer una aclaración fundamental, especialmente para aquellos –que son muchos– que viajarán al viejo continente por primera vez en su vida.
Muchos de los países europeos y casi la totalidad de los preferidos por los argentinos y argentinas pertenecen a la comunidad Schengen. Dicha comunidad está integrada por Nacionales de la Unión Europea (Alemania, Austria, Bélgica, Chipre, Dinamarca, Eslovenia, Eslovaquia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Hungría, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Polonia, Portugal, Reino Unido, República Checa, Suecia), Espacio Económico Europeo (Estados Unión Europea, Islandia, Liechtenstein, Noruega) y Suiza. Como se observa, los destinos preferidos por los argentinos, España, Italia, Francia, Grecia, Portugal e Inglaterra están todos dentro de esta comunidad. ¿Y eso qué tiene que ver con mi viaje? Se preguntará el lector.
Pues bien, la Comunidad Schengen exige en carácter de obligatorio que los turistas extranjeros ajenos a la comunidad (con confundir con ciudadanos de la Unión Europea) deben contar con un seguro de viaje con determinadas características para poder ingresar y circular por cualquiera de estos países. Las empresas de seguros de viaje serias no son un problema: contratamos lo que comercialmente se denomina “seguro Schengen” y el problema está resulto, podemos olvidarnos de este asunto. La dificultad está con empresas de dudosa confiabilidad que pueden vender el “seguro Schengen” sin que éste cumpla con los requisitos de la comunidad.
Para que el
lector pueda asegurarse de que la cobertura que le venden es la que demandarán
al llegar a Barajas o al primer aeropuerto europeo de un país miembro de la
Comunidad Schengen le damos un detalle breve de los requisitos básicos:
1.
Una
cobertura por un mínimo de 30 mil euros para los gastos relacionados con la
atención médica en caso de enfermedad.
2. Una
cobertura por un mínimo de 30 mil euros para los gastos relacionados con la
atención médica en caso de accidentes (esto debe estar claramente diferenciado
de atención médica en caso de enfermedad).
3.
Una
cobertura por un mínimo de 30 mil euros para gastos relacionados con la
representación legal en caso de tener el turista inconvenientes con la ley.
4.
Debe
cubrir una repatriación de emergencia, sea ésta sanitaria o administrativa.
5.
La
forma en que el seguro debe afrontar todos los gastos mencionados no puede ser
el reembolso, sino que debe hacerlo de manera inmediata.
6.
La
compañía aseguradora elegida para proporcionarnos el seguro Schengen debe
contar con sucursal, sede o representación legal en territorio europeo.
7.
La
vigencia del seguro Schengen nunca puede ser por un tiempo inferior al que
tenemos planeado pasar dentro de los países de la comunidad.
En rigor,
según la normativa vigente al día de la fecha (la cual no sería descabellado
pensar que puede modificarse en la próxima a realizar Cumbre Europea de
Turismo) los ciudadanos argentinos no requieren de un seguro tan estricto. Hoy
por hoy, los argentinos necesitamos únicamente pasaporte vigente hasta al menos
6 meses posteriores a la finalización de las vacaciones por Europa, presentar
un pasaje aéreo de salida del área Schengen, reservación efectivas en hotel y
un seguro de viaje básico. No obstante, el llamado seguro Schengen tiene una
cobertura mucho más interesante para el viajero y, además, nos evita el
problema de que la normativa cambie justo antes de nuestro viaje, cuando ya no
hay tiempo de cambiar de cobertura.