Irlanda es un destino turístico en auge en
los últimos años. Poco a poco se está convirtiendo en uno de los países más
atractivos de turismo internacional. Para el año próximo, las autoridades
irlandesas de la Oficina de Turismo proyectan recibir más de siete millones y
medio de turistas extranjeros. De alcance dicho número, el año 2015 batiría
todos los records turísticos alcanzados por Irlanda a lo largo de su historia.
Es más, esta curva tan positiva de entrada de turistas extranjeros se adecúa muy bien al plan a mediano plazo de que Irlanda reciba diez millones de turistas extranjeros por año a partir de 2020. Irlanda es un país con cientos de atracciones turísticas tanto naturales como culturales, una vasta infraestructura hotelera, excelentes medios de transporte y un encanto muy particular. De hecho, como se trata de un país del que su población ha emigrado masivamente a principios del siglo XX, a llegar allí es como un reencuentro con el pasado, con nuestro propio pasado, con nuestros abuelos o bisabuelos, hayamos o no tenido familia de origen irlandés.
Para viajar a Irlanda hay que tener en
cuenta que este país forma parte de la Comunidad Schengen. Dicha comunidad,
compuesta por muchos países de la Unión Europea y algunos que están por fuera
de ella, exige que para ingresar a cualquiera de los Estados miembro el turista
cuenta con un seguro de viaje. Ahora bien, no se trata de tener cualquier
seguro de viaje, los requerimientos de la Comunidad Schengen le dan nombre al
seguro que se comercializa como “seguro Schengen”.
En verdad, es sólo un nombre comercial, esa
misma cobertura se puede utilizar en casi cualquier lugar del mundo; es decir
que no es en absoluto exclusiva de la Comunidad Schengen, simplemente se
utiliza ese nombre comercial para que el turista comprenda que dicha cobertura
cumple con los requerimientos Schengen sin necesidad de que el cliente de la
empresa de seguros tenga que interiorizarse excesivamente acerca de cuáles son
los requisitos formales que poco o nada le importan.